No fue un adversario de la izquierda o la Oposición quien comenzó a compararlo así.
El propio Joaquín López Dóriga, habrá que ver si como estorbo o como apoyo, periodista titular del noticiario estelar de Televisa comenzó, junto con otros periodistas como Ciro Gómez Leyva, a hablar del tema la semana previa a que sucediera, y lo comparó directamente con el famoso “Quinazo” de Salinas.
Era el año de 1989. Carlos Salinas de Gortari había llegado a la Presidencia en una elección sorpresivamente complicada para el PRI, y en donde, hasta la fecha, una gran parte de la población cree que hubo un fraude electoral que le quitó al triunfo al Cuauhtémoc Cárdenas.
Es en ese momento, cuando más necesitaba la legitimidad que ni la presencia de Fidel Castro en su toma de posesión había podido darle, fue cuando el Gobierno de Salinas capturó a Joaquín Hernández Galicia, alias “La Quina” líder del sindicato petrolero del país, acusado de corrupción, asesinato y posesión de armas causando un impacto social inmediato.
El gobierno salinista se vio así como una administración eficiente, moderna y firme que combatiría el crimen y la corrupción sin detenerse.
Ahora, en el 2009, fue a la dirigencia del sindicato electricista, encabezada por Martín Esparza, quien el Gobierno del Presidente Calderón decidió enfrentar y en medio de dicho conflicto, hoy anunció que había decidido mejor ya desaparecer a la empresa por la ineficiencia y gran carga económica que representaba.
Y así, mientras las televisoras se daban vuelo invitando a la población a “celebrar” la victoria de la Selección Mexicana de Futbol sobre el “poderoso” equipo de El Salvador para ir al Mundial, la Policía Federal tomó las instalaciones de la compañía, al tiempo que el Diario Oficial de la Federación anunciaba el decreto.
La verdad, es cierto que tal como para Salinas fue en su momento la captura de “La Quina”, la disolución de Luz y Fuerza del Centro es también un golpe que puede beneficiar mucho al Presidente Calderón.
Calderón también llegó a la Presidencia con problemas de legitimidad y acusaciones de fraude. No obstante, las controló con el lanzamiento del Ejército a las calles a combatir la inseguridad.
Sin embargo, ahora a medio sexenio, el Gobierno calderonista está en aprietos, habiendo perdido la elección legislativa, y con serios problemas de dinero y de aprobación de los nuevos impuestos que quiere cobrar al pueblo mexicano.
Estas razones quedan más que evidentes, al escuchar el mensaje presidencial de esta noche en el que Calderón afirmó que el dinero que se ahorrará con la desaparición de la empresa que daba el servicio eléctrico al centro del País se usará para beneficiar a los más pobres, porque el Gobierno da el ejemplo en austeridad.
El Mandatario podría obtener entonces un cierto grado de aprobación ciudadana que le permitiría tener otra vez cierto margen para que la gente no se incomode tanto porque le cobren más dinero, a pesar de la gran crisis económica y el tremendo desempleo que el Gobierno no ha podido palear.
¿Será este pues el “relanzamiento” del Gobierno de Calderón en la 2da parte del sexenio, ahora que el tema “inseguridad” ya dio de sí? ¿Será este, en efecto, el “quinazo” de Cálderón?
Algo importante de ver es que en el “quinazo” de Salinas, el papel de la propaganda en los medios fue fundamental. El periodista Guillermo Ochoa que trabajaba en Televisa, por ejemplo, fue cesado de la empresa luego de que difundiera una entrevista con “La Quina” tras su captura, algo que seguramente debe haber molestado mucho a Los Pinos.
Ahora, hemos visto como varios medios llevaban días hablando del “pésimo” servicio de la compañía y de la “gran carga” del sindicato a la empresa, sin reparar en otros ángulos del asunto.
Todo indica que muchos de esos datos sobre la empresa y su sindicato son verdad, tal como parecen ser ciertos los reportes de varios crímenes de “La Quina”, quien al igual que Esparza, el líder sindical electricista, podría ser poco defendible por algún ciudadano honesto que odie la corrupción.
Pero aquí estamos hablando de políticos y polítca. Por lo que también hay que ver que es cierto también que “La Quina” era enemigo de Salinas por apoyar a sus adversarios políticos, exactamente como es el caso de Esparza, quien apoya y es apoyado por el ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Así pues, más allá de que haya “verdades” en los argumentos oficiales, podemos decir que es usual que los políticos mexicanos no sólo se guíen por criterios “técnicos” o “legales” sino también “políticos”. Es decir, se vayan contra los “adversarios” y no contra los “amigos”, aunque estén en situaciones similares.
Y este parece ser el caso, ¿o no?
Sino entonces habría que decir ¿Y Elba Esther, apa? ¿Y Romero Deschamps, apa? para que el Presidente diga.. “hijo, algún dia, Luz y Fuerza quebrará y los beneficios serán tuyos”.
1 comentarios:
Muy cierto, no debemos de ver este asunto de LyFC como un solo un intento de 'austeridad' y 'acabar con la corrupción como tanto nos han querido vender los voceros, digo, las televisoras del país.
Esto tiene (como todas las decisiones en este país) un trasfondo político. El apoyo de AMLO a este sindicato parece ser un gran peso para disolver LyFC (y por lo tanto, al SME) antes que hacer algo respecto a las lacras de Pemex y el SNTE.
Dentro de todo esto creo que lo único que nos cabe esperar (ya que la mayoría de los mexicanos, como siempre, están de espectadores y más felices por la selección que preocupados por la legitimidad o no de esta disolución) es que estos cambios de verdad hagan más eficiente (y más barata por tanto) la distribución de energía eléctrica a particulares e industrias, porque lo que no se puede negar es que LyFC era un ejemplo de ineficiencia y derroche, que cobraban por la energía mucho, pero mucho más que CFE (y lo digo porque he vivido en zonas donde la encargada era LyFC).
Saludos, Aleks.
@karyva
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