LLOVIENDO SOBRE MOJADO EN MÉXICO

RESUMEN:

• En el Norte llovió sobre mojado
• La Tormenta “Alex” se unió a la lluvia de balas
• No hay dinero para la reconstrucción
• La ayuda es escasa y el Gobierno se hace bolas

En Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y otras partes del Norte del país literalmente llovió y parece que aún sigue lloviendo sobre mojado.

Paradojas de la vida: si en ciudades como Monterrey o Ciudad Victoria pueden pasar meses enteros sin que caiga una sola gota de lluvia, ahora, en unas cuantas horas cayó más agua que en todo un año.

Ni el Huracán Gilberto con su Categoría 5, la máxima posible en la escala Saffir-Simpson, causó hace 20 años tanta devastación como ahora (aunque desgraciadamente sí, una mayor cantidad de muertos) que el Huracán Categoría 1, degradado a Tormenta “Tropical” llamado “Alex”.

Los datos e imágenes son claros. Sólo fue agua. No hubo muchos “vientos huracanados”, pero si una gran cantidad de agua que lo llenaba todo (como si buscara cubetas gigantes para reposar y al no poder hacerlo decidiera convertir las calles, avenidas, casas y todo a su paso en nuevos ríos).

La “lluvia sobre mojado” no obstante viene de distintos frentes y no sólo del cielo nublado.

Los chorros de agua llegaron a derramarse, por ejemplo, sobre una región que previamente ya sufría de lluvias de balas y de violencia.

Apenas unos días antes de la Tormenta, el candidato a Gobernador de Tamaulipas por parte del PRI, Rodolfo Torre Cantú, había sido asesinado a balazos por un grupo armado, en un homicidio inédito de repercusión nacional.

En general, la zona Norte ha sufrido mucho en los últimos meses por la violencia desatada, según versiones oficiales, por la pugna de dos grandes grupos de carteles del narcotráfico.

Además, datos recopilados por el Centro de Periodismo y Ética Pública, en los últimos 20 días se han registrado 4 ataques a medios de comunicación mexicanos y 5 asesinatos de periodistas o informadores.

Los 4 ataques a medios han sido en la zona Norte (Noticias de El Sol de la Laguna, Televisa Torreón, Zócalo de Piedras Negras y Multimedios Monterrey) y 2 de los asesinatos de periodistas también (Guillermo Alcaraz en Chihuahua y Marco Aurelio Martínez en Nuevo León).

Si bien la Tormenta pudo incluso haber sido quizás un “respiro” para estas atribuladas ciudades con la violencia, pronto la calma que sigue a la Tormenta se rompió: el domingo, en Reynosa, el juego de béisbol profesional que se jugaba se canceló debido a balazos en las inmediaciones del Estadio, mientras que el fin de semana se registraron dos balaceras en pleno Centro de Monterrey, además de nuevas ejecuciones.

Pero si la tragedia de la violencia se ha combinado con la tragedia natural, más “lluvia sobre mojado” puede traer la falta de recursos para la reconstrucción.

Los daños mayores, en este caso, parecen haber sido afortunadamente sólo los materiales y no los de vida humanas, aunque esto también traerá consecuencias.

Si el Gobierno de Nuevo León (donde parecen haberse registrado los mayores perjuicios) calculó los daños por la Tormenta en 10 mil millones de pesos, no hay duda de que los primeros recursos liberados por el Gobierno Federal del Fondo Nacional de Desastres, apenas 115 millones, parecieron una burla o una evidencia de la burocracia no lista para emergencias.

Y es que al parecer no hay dinero, y aunque el Presidente Felipe Calderón se comprometió públicamente a que habría recursos para la emergencia, los hechos y declaraciones siguientes han parecido de una tragicomedia.

Primero, el Mandatario aseguró que se comprometía personalmente a que sí habría recursos federales, a pesar de las restricciones presupuestales en el año, ya que sabía que era una prioridad.

No obstante, después, tanto el Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, como el Director de la Comisión Nacional del Agua, José Luis Luege salieron a emitir declaraciones a la prensa, afirmando que no había dinero para la emergencia.

"Ya se están liberando (los recursos), pero es notoriamente insuficiente… tenemos que ver cómo hacer más con menos, y para eso vamos a necesitar transparentar los mecanismos para eficientar y bajar los costos de las primas y aumentar la cobertura", afirmó Gómez Mont.

En tanto, Luege dijo: “Para atender la emergencia en el noreste del país, se requieren miles, miles de millones de pesos y eso va a requerir una economía más fuerte y mayores ingresos del gobierno federal que supongo que en estos momentos no los hay.”

En un acto segundo, el propio Gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, advirtió que se tendrían que recortar muchos programas estatales para tratar de dirigir más fondos a la enorme tarea de reconstrucción de calles, puentes y mobiliario urbano destruido.

Entonces, en un tercer acto, el Secretario de Hacienda, Ernesto Cordero, salió a decir que siempre sí, que sí hay dinero suficiente con el que Gobierno del país pueda apoyar a estos estados en desgracia:

"Sí habrán recursos suficientes para el Fonden; lo que sea necesario para reconstruir… habrá que esperar para hacer una evaluación precisa de los daños… para empezar hay que esperar a que baje el agua. No puedes contabilizar los daños si todavía están las inundaciones".

Lo cierto, es que aunque hubiera recursos suficientes para arreglar los daños a las zonas públicas de las ciudades afectadas, faltarían aún los que muchas familias necesitarán para reconstruir sus casas y recuperar las posesiones que tenían.

Los esfuerzos nacionales de ayuda a los damnificados parecen haberse enfocado en lo más inmediato, víveres para personas en albergues temporales, e inclusive diversas notas de medios señalan que aparentemente, la ayuda ciudadana en esta ocasión ha sido menor a otros casos, como el de daños en Tabasco y Chiapas.

Aún así, queda claro que más allá de ayudar con víveres temporales, también será necesario buscar maneras de financiamiento y ayuda económica para esta “reconstrucción” de hogares. Los 5 mil pesos que el Gobierno Federal prometió el lunes en Coahuila para las familias que perdieron su patrimonio, lucen insuficientes para esta labor (y eso sí es verdad que recibirían ese dinero).

Por supuesto, lo más valioso es la vida, esa que por más que “llueva sobre mojado” es algo que una vez perdido, no se puede recuperar.

El valor de la prevención deberá ser también un aprendizaje como mexicanos. La prensa regiomontana ha señalado como la construcción de la enorme “Presa Rompepicos” que fue concluida hace apenas unos años en la Huasteca, salvó cientos de vidas, evitando, por ejemplo, que el desbordamiento del Río Santa Catarina en Monterrey fuera aun mayor.

Además, las labores y alertas de los servicios de Protección Civil en el mismo Nuevo León, en Tamaulipas o en Coahuila parecen haber estado a la altura de la situación, contribuyendo con su información y medidas a salvar aún más vidas.

Hay que hacer lo que podamos y ayudarnos como hermanos mexicanos, sabiendo que por más que llueva, las nubes siempre son a la larga temporales y arriba de ellas, siempre brilla el Sol.

Fotogalería en el diario Vanguardia (Antes y después de la Tormenta en Monterrey)